Ruido

El tiempo se yergue aún cuando mi tambor quiere caerse. Resolla y sopla, se dobla. El tiempo avanza despacito como si temiera, como si comandara el último lugar en una carrera, el tiempo silba con cuidado, con los labios de la costumbre en cada paso, pero tambalea, aunque calce las alpargatas del silencio no deja de hacer ruido, el tiempo hace bochinche con sus dientes, el ruido no deja de ser ruido, el tiempo aceza en un espasmo oscuro y no deja de erguirse en minutos como estos en que mi tambor se siente atraído por el paracaidismo.

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