Si muero, no me esperes al tercer día

Me dices que la muerte tocó a tu puerta y preguntó por él. Tú lo llamaste, él bebía un café... Ahora tú lloras, tú me dices y callas lo que quiero escuchar, tú no sabes que quizá mañana irás a bailar, y él seguirá muerto, y tú reirás porque no eres marciana.

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